La compañía Cos de Lletra estrena este nuevo texto dentro del programa Kinètic. Salva Artesero y Mireia Vallès protagonizan el espectáculo.
A
partir de la obra breve “Muescas
más hondas” (T. Akadèmia, 2016) y dentro de la misma
serie de piezas dramáticas oníricas “Objetos
punzantes” (La Infinito, 2016), “Las ávidas raíces” de
Ruth Vilar muestra con crudeza y ternura el vínculo recio y
enmarañado que ata a una MADRE y a su HIJO.
partir de la obra breve “Muescas
más hondas” (T. Akadèmia, 2016) y dentro de la misma
serie de piezas dramáticas oníricas “Objetos
punzantes” (La Infinito, 2016), “Las ávidas raíces” de
Ruth Vilar muestra con crudeza y ternura el vínculo recio y
enmarañado que ata a una MADRE y a su HIJO.
Actores:
Salva
Artesero y Mireia Vallès
Escenografía y vestuario: Cos de
Lletra
Música original: Manuel Sánchez Riera
Diseño de luces: Rocio Arjona Gallardo
Salva
Artesero y Mireia Vallès
Escenografía y vestuario: Cos de
Lletra
Música original: Manuel Sánchez Riera
Diseño de luces: Rocio Arjona Gallardo
Autora y directora: Ruth
Vilar
Un espectáculo de la compañía Cos de Lletra
Viernes 17 de febrero a las 20.30 h.
Sala Sandaru (Barcelona)
La escritura de «Las ávidas
raíces» se nutre del trabajo conjunto de creación e investigación
escénica de los actores y de la autora y directora. Este espectáculo forma parte del programa Kinètic de residencias de creación de la Sala Sandaru.
MADRE:
Lección primera: tú eres yo. Y te di estas dos orejitas para que me
oigas bien.
Lección primera: tú eres yo. Y te di estas dos orejitas para que me
oigas bien.
HIJO:
¿Puedo escuchar el canto de los pájaros?
¿Puedo escuchar el canto de los pájaros?
M:
No, eso no. Y te di estos dos ojos verdes para que me mires bien.
No, eso no. Y te di estos dos ojos verdes para que me mires bien.
H:
¿Y puedo ver la luna de noche?
¿Y puedo ver la luna de noche?
M:
No, eso no. Y te di una boca inocente para que me hables bien.
No, eso no. Y te di una boca inocente para que me hables bien.
H:
¿Puedo cantar canciones alegres?
¿Puedo cantar canciones alegres?
M:
No, eso no.
No, eso no.
H:
¿Para qué me dio los pies?
¿Para qué me dio los pies?
M:
Para que te sostuvieses derecho y quietecito como un niño bueno.
Para que te sostuvieses derecho y quietecito como un niño bueno.
Fotografía de Salva Artesero
Deja una respuesta