Una
habitación con dos puertas laterales que el GUARDIA cierra y abre usando dos
pesadas llaves. El GUARDIA cierra la puerta de la derecha, cruza la sala, abre
la de la izquierda y hace pasar a un HOMBRE. Cierra la puerta de la izquierda.
HOMBRE. Buenos
días.
días.
GUARDIA. Será
un decir.
un decir.
HOMBRE. ¿Disculpe?
GUARDIA. “Buenos
días”, lo dirá como una frase hecha. Si está aquí, habrá tenido días mejores.
días”, lo dirá como una frase hecha. Si está aquí, habrá tenido días mejores.
HOMBRE. Claro.
No era más que un saludo.
No era más que un saludo.
GUARDIA. Entonces,
buenos días.
buenos días.
Ambos callan.
HOMBRE. ¿Siempre
está aquí?
GUARDIA. Durante
mi turno.
HOMBRE. Habrá
visto pasar a todos los testigos.
visto pasar a todos los testigos.
GUARDIA. Por
aquí, a ninguno. Esta antesala es para imputados.
aquí, a ninguno. Esta antesala es para imputados.
Ambos callan.
GUARDIA. No
se me arrugue. No tengo manías. Lo mismo le doy palique a un asesino que a su
víctima.
se me arrugue. No tengo manías. Lo mismo le doy palique a un asesino que a su
víctima.
HOMBRE. Yo
no he matado a nadie.
no he matado a nadie.
GUARDIA. ¿No
lo coge? Es un chiste. A un asesino y a su víctima. No está para chistes…
lo coge? Es un chiste. A un asesino y a su víctima. No está para chistes…
HOMBRE. No
mucho.
mucho.
GUARDIA. Pues
ándese con ojo, a ver si el juez lo va a declarar culpable…
ándese con ojo, a ver si el juez lo va a declarar culpable…
HOMBRE. ¿Cómo
dice?
dice?
GUARDIA. Si
está usted picajoso le va a parecer culpable. Y eso que a primera vista seguro
que le causa buena impresión. El traje, los zapatos, ya sabe… ha elegido bien,
vaya. Elegantes y asequibles. Lo bastante caros para que los lleve un señor
respetable, pero demasiado baratos para alguien corrupto.
está usted picajoso le va a parecer culpable. Y eso que a primera vista seguro
que le causa buena impresión. El traje, los zapatos, ya sabe… ha elegido bien,
vaya. Elegantes y asequibles. Lo bastante caros para que los lleve un señor
respetable, pero demasiado baratos para alguien corrupto.
HOMBRE. ¿Sigue
usted el caso?
usted el caso?
GUARDIA. Hasta
su último pormenor. Sé quién hizo qué, quién pagó cuánto y a cambio de qué
aceptó quién hacer qué o pagar cuánto. Podría recitarle fechas, nombres, lugares y
conversaciones. Me he formado mi propia idea sobre este asunto.
su último pormenor. Sé quién hizo qué, quién pagó cuánto y a cambio de qué
aceptó quién hacer qué o pagar cuánto. Podría recitarle fechas, nombres, lugares y
conversaciones. Me he formado mi propia idea sobre este asunto.
HOMBRE. Y
¿cuál es su veredicto?
¿cuál es su veredicto?
GUARDIA. ¿El
mío?
mío?
HOMBRE. Sí,
¿cuál es?
¿cuál es?
GUARDIA. Yo
le declararía a usted absolutamente culpable, podrido hasta lo más profundo de
su alma, el peor de cuantos han pasado por esta antesala.
le declararía a usted absolutamente culpable, podrido hasta lo más profundo de
su alma, el peor de cuantos han pasado por esta antesala.
Ambos callan.
HOMBRE. No
se muerde usted la lengua.
se muerde usted la lengua.
GUARDIA. ¿Debería?
HOMBRE. Alguien
con menos aplomo que yo podría ofendérsele.
con menos aplomo que yo podría ofendérsele.
GUARDIA. No
tengo una opinión tan dura de todo el que llega, ni hablo sin que me pregunten.
tengo una opinión tan dura de todo el que llega, ni hablo sin que me pregunten.
HOMBRE. No
mienta. Insulta a sus huéspedes. Disfruta haciéndolo.
mienta. Insulta a sus huéspedes. Disfruta haciéndolo.
GUARDIA. ¿Por
quién me toma?
quién me toma?
HOMBRE. Algunos
hombres se conforman con la vida que llevan y otros no.
hombres se conforman con la vida que llevan y otros no.
GUARDIA. Usted
es de los que no.
es de los que no.
HOMBRE. Y
usted. Pero algunos intentamos prosperar y otros no se atreven y hacen pagar el
pato al primero que pasa.
usted. Pero algunos intentamos prosperar y otros no se atreven y hacen pagar el
pato al primero que pasa.
GUARDIA. Aún
está picajoso. Ese veredicto era el mío, no el del juez.
está picajoso. Ese veredicto era el mío, no el del juez.
HOMBRE. Déjeme
en paz.
en paz.
Ambos callan.
HOMBRE. ¿Qué
cree que decidirá el juez?
cree que decidirá el juez?
GUARDIA. Yo
no puedo elegir entre ponerme zapatos indecentemente caros o aparentemente
sencillos, pero a mí nadie me hace callar dos veces.
no puedo elegir entre ponerme zapatos indecentemente caros o aparentemente
sencillos, pero a mí nadie me hace callar dos veces.
Ambos callan.
HOMBRE. Acepte
mis disculpas. Sólo quiero charlar. Elija usted el tema: ¿fútbol?,
¿macroeconomía?, ¿papiroflexia?
mis disculpas. Sólo quiero charlar. Elija usted el tema: ¿fútbol?,
¿macroeconomía?, ¿papiroflexia?
GUARDIA. Demuéstreme
cuánto desea que hablemos. Confiese que le va en ello el resto de su vida.
cuánto desea que hablemos. Confiese que le va en ello el resto de su vida.
Ambos callan.
HOMBRE. Llevo
en arresto domiciliario, con las vías de comunicación intervenidas, desde que
se destapó el asunto. Las pruebas que me incriminan son ambiguas y no conozco
al juez. Dependo de esta vista. Ayúdeme.
en arresto domiciliario, con las vías de comunicación intervenidas, desde que
se destapó el asunto. Las pruebas que me incriminan son ambiguas y no conozco
al juez. Dependo de esta vista. Ayúdeme.
GUARDIA. Ya
le he dicho antes que la ropa está bien elegida.
le he dicho antes que la ropa está bien elegida.
HOMBRE. ¿Qué
más?
más?
GUARDIA. Y
que si le habla con calma no tendrá motivos para creer que miente.
que si le habla con calma no tendrá motivos para creer que miente.
HOMBRE. ¿Se
burla de mí?
burla de mí?
GUARDIA. ¿Desprecia
mis consejos? ¿Qué esperaba?
mis consejos? ¿Qué esperaba?
HOMBRE. Información:
qué come el juez antes de la vista, cuántos escalones sube, cómo es su silla,
hacia qué hora se cansa, quién ha pasado ya por aquí y quién está declarando
ahora…
qué come el juez antes de la vista, cuántos escalones sube, cómo es su silla,
hacia qué hora se cansa, quién ha pasado ya por aquí y quién está declarando
ahora…
GUARDIA. Quiere
conocer el terreno que pisa,…
conocer el terreno que pisa,…
HOMBRE. Eso
es.
es.
GUARDIA. …saber
si el juez tiene debilidades que usted puede aprovechar…
si el juez tiene debilidades que usted puede aprovechar…
HOMBRE. Veo
que me entiende.
que me entiende.
GUARDIA. …
y hacer que él sienta que usted es capaz de ponerse en su lugar.
y hacer que él sienta que usted es capaz de ponerse en su lugar.
HOMBRE. No
podría haberme explicado con más claridad.
podría haberme explicado con más claridad.
GUARDIA. No
me pagan para eso.
me pagan para eso.
Ambos callan.
HOMBRE. No
suelo ofrecer dinero a cambio de favores.
suelo ofrecer dinero a cambio de favores.
GUARDIA. Sería
muy fácil, no habría llegado tan lejos. Ofrece favor por favor.
muy fácil, no habría llegado tan lejos. Ofrece favor por favor.
HOMBRE. ¿En
qué puedo ayudarle?
qué puedo ayudarle?
Ambos callan.
HOMBRE. ¿Necesita
pensarlo?
pensarlo?
GUARDIA. No.
HOMBRE. ¿No
se atreve a decirlo?
se atreve a decirlo?
GUARDIA. Pasa
el rato y crece su inquietud. Cuanto menos falte para entrar ahí (Refiriéndose a la puerta derecha.),
menos reservas tendrá.
el rato y crece su inquietud. Cuanto menos falte para entrar ahí (Refiriéndose a la puerta derecha.),
menos reservas tendrá.
HOMBRE. A
mucha gente le complace hacerme favores. Por difícil o turbia que le parezca su
propuesta, alguien la cumplirá por mí tan pronto como yo lo sugiera.
mucha gente le complace hacerme favores. Por difícil o turbia que le parezca su
propuesta, alguien la cumplirá por mí tan pronto como yo lo sugiera.
GUARDIA. Mi
petición debe cumplirla usted.
petición debe cumplirla usted.
Ambos callan.
HOMBRE. Le
escucho. Tendrá lo que pida.
escucho. Tendrá lo que pida.
GUARDIA. Cuénteme
su historia.
su historia.
HOMBRE. ¿Cómo
dice?
dice?
GUARDIA. Lo
que no sale en la prensa. Lo que no consta en el sumario. Lo que ni siquiera
sospechan los demás imputados.
que no sale en la prensa. Lo que no consta en el sumario. Lo que ni siquiera
sospechan los demás imputados.
HOMBRE. No
sé a qué se refiere.
sé a qué se refiere.
GUARDIA. Lástima.
Creía que este caso por el que hoy le juzgan era el menor reducto de sus vastos
dominios. Que el control que usted ejercía sobre los poderosos trascendía esta
ridícula trama de corrupción. Que, a la manera de un dios terreno, su voluntad
se cumplía con apenas nombrarla. ¿Cómo lo consiguió? Es esa historia la que a
mí me interesa, pero usted me da a entender que no es más que una fábula que yo
me he inventado. En ese caso, no puede ofrecerme nada.
Creía que este caso por el que hoy le juzgan era el menor reducto de sus vastos
dominios. Que el control que usted ejercía sobre los poderosos trascendía esta
ridícula trama de corrupción. Que, a la manera de un dios terreno, su voluntad
se cumplía con apenas nombrarla. ¿Cómo lo consiguió? Es esa historia la que a
mí me interesa, pero usted me da a entender que no es más que una fábula que yo
me he inventado. En ese caso, no puede ofrecerme nada.
HOMBRE. Seguro
que hay alguna otra cosa…
que hay alguna otra cosa…
GUARDIA. Es
mi última palabra.
mi última palabra.
Ambos callan.
HOMBRE. Cardos
dos noches por semana. Me revolvían las tripas. Mi padre me obligaba a engullir
hasta la última penca. Suplicaba, vomitaba. No me daban tregua: cardos dos
noches por semana, durante años. Una de esas noches me di cuenta de que pedía
clemencia al verdugo equivocado. Pensé “¿Quién manda aquí?” y vi que aquel
energúmeno que me embutía los cardos por la boca era el brazo ejecutor de los
deseos de mi dulce madre. Ella, que limpiaba, hervía y aliñaba los cardos por
mi bien, no estaba dispuesta a permitir que me saltase tanto amor a la torera.
Mi padre cumplía sin piedad su orden tácita. Podría haber dado un paso en
falso, haber lloriqueado “Mamá…” y haberlo echado todo a perder. La verdadera
revelación, mucho más importante que la primera, no la tuve hasta pasada una
semana. Advertí por qué mi método había resultado inútil. Las lágrimas no
ablandan corazones. Pensé “¿Qué es lo que ella quiere?” y empecé a alabar los
demás platos que guisaba. Ya no volvimos a cenar cardos. En adelante ambas
preguntas han regido mi vida. La respuesta a “¿quién manda aquí?” nunca es
obvia: no manda más el que exhibe su poder, grita y humilla al resto, hay que
fijarse bien. Cuando lo reconoces, debes tomarte tu tiempo para averiguar “¿qué
es lo que quiere?”. Importa ser discreto, tanto para adivinar sus deseos ocultos
como para satisfacerlos. Gánate su agradecimiento y no habrá sugerencia tuya
que caiga en saco roto. Ya lo sabes.
dos noches por semana. Me revolvían las tripas. Mi padre me obligaba a engullir
hasta la última penca. Suplicaba, vomitaba. No me daban tregua: cardos dos
noches por semana, durante años. Una de esas noches me di cuenta de que pedía
clemencia al verdugo equivocado. Pensé “¿Quién manda aquí?” y vi que aquel
energúmeno que me embutía los cardos por la boca era el brazo ejecutor de los
deseos de mi dulce madre. Ella, que limpiaba, hervía y aliñaba los cardos por
mi bien, no estaba dispuesta a permitir que me saltase tanto amor a la torera.
Mi padre cumplía sin piedad su orden tácita. Podría haber dado un paso en
falso, haber lloriqueado “Mamá…” y haberlo echado todo a perder. La verdadera
revelación, mucho más importante que la primera, no la tuve hasta pasada una
semana. Advertí por qué mi método había resultado inútil. Las lágrimas no
ablandan corazones. Pensé “¿Qué es lo que ella quiere?” y empecé a alabar los
demás platos que guisaba. Ya no volvimos a cenar cardos. En adelante ambas
preguntas han regido mi vida. La respuesta a “¿quién manda aquí?” nunca es
obvia: no manda más el que exhibe su poder, grita y humilla al resto, hay que
fijarse bien. Cuando lo reconoces, debes tomarte tu tiempo para averiguar “¿qué
es lo que quiere?”. Importa ser discreto, tanto para adivinar sus deseos ocultos
como para satisfacerlos. Gánate su agradecimiento y no habrá sugerencia tuya
que caiga en saco roto. Ya lo sabes.
GUARDIA. Ya
veo.
veo.
HOMBRE. Te
toca.
toca.
Ambos callan. Llaman con los nudillos a la puerta derecha.
GUARDIA. Se
acabó el tiempo.
acabó el tiempo.
HOMBRE. Dime
lo que sea…
lo que sea…
GUARDIA. No
pienso decirte nada.
pienso decirte nada.
HOMBRE. He
cumplido tu deseo.
cumplido tu deseo.
GUARDIA. En
absoluto. Quería respuestas y me quedo con más preguntas. Levántate.
absoluto. Quería respuestas y me quedo con más preguntas. Levántate.
HOMBRE. ¿Preguntas?
Fue así, lo juro.
Fue así, lo juro.
El GUARDIA abre.
GUARDIA. ¿Fue
así? Entra, sigue al agente y ojalá te condenen. Yo también odiaba los cardos.
así? Entra, sigue al agente y ojalá te condenen. Yo también odiaba los cardos.
El GUARDIA cierra con llave.
Ruth VILAR, Cardos, «OBRAS BREVES:
Cuatro ejemplos de dramática mínima hecha en Barcelona»,
Quimera, Julio-Agosto 2010.
Cuatro ejemplos de dramática mínima hecha en Barcelona»,
Quimera, Julio-Agosto 2010.
Deja una respuesta